Hola, Mi nombre es Christopher Antezana Guerrero, tengo 26 años, soy de la ciudad de Iquique, Profesor y hoy quiero contarles un poco de mi proceso Misionero.
“De inmediato ellos dejaron las redes y lo siguieron” (Mc. 1, 18) A lo largo de mi vida como cristiano este texto ha retumbado en mi corazón. ¿Quién no quiso quedarse más tiempo en un retiro, jornada, meditación, oración o misión? Esta necesidad de vivir la vida con Cristo y compartir con los demás la alegría que de Él emana es lo que siempre me ha traído y comprometido con su obra.
Cuando inicié mi proceso universitario siempre creí que, al concluir, iba a entregar mi vida a algún proyecto misionero o alguna obra de beneficencia que me ayudase a llevar a Cristo a los demás, pero, al contrario, cuando egresé mi vida se comprometió inmediatamente con el trabajo como profesor. No es que no me guste lo que hago, es que llegué a mi nueva vida como profesional casi junto a un pequeño problema, La Pandemia.
El Covid-19 trajo a mi vida una serie de situaciones (positivas y negativas), pero la que más me complicó fue la desconexión con la Eucaristía y la nula vida en comunidad. Pero, ha surgido luz al final de este oscuro andar, y Cristo se ha revelado fuertemente en el llamado. Durante el primer semestre de este 2021 he vuelto a aparecer en mi vida una obra tan bella y prospera como lo es “Puntos Corazón”. Con el pasar del tiempo y las experiencias vividas junto a ellos, he encontrado respuesta a mis problemas, preguntas y necesidades. El llamado fue hecho y mi respuesta fue dar dos años de mi vida a su Misión en Puntos Corazón, siendo la ciudad uruguaya de Montevideo el lugar donde he sido designado.
Cristo se ha presentado, me ha llamado y aquí estoy “dejando mis redes” por seguirlo y mostrar en Guayaquil este fuego que ha encendido Cristo en mí.
Comments